Mantener las herramientas y el equipo para que sean seguros, fiables y eficientes, no solo es esencial para minimizar la posibilidad de riesgos graves de accidentes a la que se enfrentan las compañías petroleras y de gas de todo el mundo, sino que también juega una parte vital en crear un ambiente físico en el que las personas se sientan orgullosas de trabajar y contribuir.
La creación de este ambiente es una de las estrategias clave requeridas para promover una cultura libre de incidentes dentro del lugar de trabajo que fomente las operaciones seguras y vincule a las personas en la creencia común de que los accidentes pueden prevenirse.
Por tanto, ¿qué es la Garantía de integridad de los activos?
La Garantía de integridad de los activos es uno de los elementos de un sólido sistema de gestión de la seguridad. La integridad de los activos (seguridad de los procesos) difiere de la seguridad ocupacional (seguridad personal), porque se centra en los riesgos que es más probable que provoquen accidentes graves (p. ej., explosiones de gas, incendios de aeronaves, colisiones de barcos, etc.) que afecten a un gran número de personas, en lugar de centrarse en los incidentes que afecten a trabajadores individuales (p. ej., resbalones, caídas, incidentes por golpes, electrocución, etc.).
La integridad de los activos puede definirse como la capacidad para que un activo realice su función requerida de forma efectiva y eficiente mientras protege la salud, la seguridad y el medioambiente. La gestión integral de activos es la forma de garantizar que el personal, los sistemas, los procesos y los recursos que proporcionan integridad están en su sitio, se usan y son idóneos para su propósito, y que seguirán funcionando correctamente durante todo el ciclo de vida útil del activo. La Garantía de integridad de los activos comienza con la correcta selección de los estándares de diseño a emplear, el uso del personal cualificado para la ejecución de las pruebas de aceptación de la fábrica y de la ubicación, personal de mantenimiento formado e inspectores certificados trabajando todos para mantener los materiales de alta peligrosidad contenidos en el proceso y los elementos críticos de seguridad (
SCE) en buenas condiciones para su propósito.
Los
SCE son esenciales para la integridad de cualquier instalación. Los
SCE son las partes de una instalación y de su central (incluyendo los programas informáticos) cuyo propósito es prevenir, controlar o mitigar los riesgos de accidentes graves (MAH), y cuyo fallo puede causar o contribuir sustancialmente a causar un incidente grave. Mantener un alto nivel de fiabilidad y de disponibilidad de
SCE y los sistemas de suministro que soporten dichos
SCE a prevenir o a mitigar los efectos de este tipo de eventos requieren de un programa de integridad escrito y exhaustivo.
Así pues, ¿qué es un sistema de gestión integral de activos (AIMS)?
Un
sistema de gestión integral de activos (AIMS) es un elemento esencial en la prevención y en el control de riesgos de accidentes graves.
La gestión de seguridad laboral y la integridad de activos tienen similitudes y diferencias, pero es importante comprender que la gestión de una cosa no garantiza la gestión de la otra. Se necesita contar con sistemas sólidos implantados para gestionar ambos, y la mano de obra debe comprender que ambos tienen la misma importancia para el éxito en la gestión de la seguridad, de la salud y del medioambiente.
Los sistemas de gestión integral de activos (AIMS) detallan los requisitos del programa necesarios para que un activo realice su función requerida de forma efectiva y eficiente, a la vez que protege la salud, la seguridad y el medioambiente y los medios para garantizar que las personas, los sistemas, los procesos y los recursos que proporcionan integridad están en su sitio, en uso y que realizarán su labor cuando sea preciso durante todo el ciclo de vida del activo.
Un sistema de gestión integral de activos es más que simplemente inspecciones y ensayos, y debe responder a los problemas relacionados con la calidad en cada etapa del ciclo de vida del activo; desde el diseño de nuevas instalaciones a la gestión del mantenimiento hasta su desmantelamiento. Las inspecciones, las auditorías/aseguramientos y los procesos generales de calidad son solo algunas de las herramientas diseñadas para hacer que un sistema de gestión de integridad de activos sea efectivo. Incluso la
AIM fallará si no incluye las siguientes mejores prácticas:
- prácticas de diseño y construcción que aseguren que el equipo está adecuadamente diseñado, fabricado e instalado;
- procedimientos de mantenimiento que exijan que las reparaciones se lleven a cabo por personal formado y cualificado mediante el empleo de métodos de procedimientos aprobados que se hayan desarrollado en conexión con los requisitos del fabricante original del equipo;
- procedimientos de abastecimiento para asegurarse de que los repuestos y los materiales de mantenimiento cumplen las especificaciones de diseño o de rendimiento;
- procesos de acción correctora para rectificar deficiencias y aplicar las lecciones aprendidas de otras deficiencias o cuasi-accidentes ocurridos a otros equipos/sistemas; y
- control de la gestión y seguimiento del cumplimiento a través de la medición efectiva de los indicadores de seguimiento o de rendimiento claves.
El AIMS debe esforzarse por mantener el activo en condiciones de idoneidad para el servicio, a la vez que aumenta su vida útil de la forma más fiable, segura y económica. Debido a su uso generalizado en todo el mundo, muchas compañías han elegido adoptar el código de prácticas ASME de los EE. UU. y / o las prácticas recomendadas API de los EE. UU. (tales como: API-580, API-581, y requisitos PAS 55), según sea aplicable. Mientras estos estándares y prácticas recomendadas están reconocidos en todo el mundo, es importante comprender los requisitos legales locales antes de desarrollar un AIMS, y esto puede conseguirse de la mejor manera refiriéndose a un profesional local competente y experimentado para recibir consejo.
El AIMS mejora la fiabilidad y la seguridad de la central, mientras que reduce el mantenimiento no planeado y los costes de reparación. Sin embargo, el AIMS no existe de forma aislada. A fin de implementar un AIMS con éxito en un ambiente operativo dinámico, es esencial que todas las partes interesadas tengan una comprensión consistente y unificada de cuáles son los elementos esenciales de la Garantía de integridad de los activos y de cómo pueden aplicarse en sus operaciones del día a día. Esto se cita a menudo entre los retos más importantes para lograr una cultura de integridad dentro de una organización.
Los eventos de Garantía de integridad de los activos no planeados, como los escapes de hidrocarburos, pueden dar como resultado heridas y muertes. La industria petrolera y del gas se enfrenta a estos problemas cada año, y normalmente, son resultado de falta de equipos, procedimientos o de error humano durante la construcción o la operación de una instalación. Las inspecciones de activos identifican malas condiciones que pueden llevar a un evento de garantía integridad de activos no planeado.
La figura 1 siguiente ilustra en forma de diagrama el proceso de gestión de peligros de accidentes graves
¿Cuál es su papel en la gestión integral de activos?
Eche un vistazo alrededor de su zona de trabajo hoy. ¿Hay malas condiciones? Entre estas pueden incluirse malas condiciones físicas de la central, del equipo y del material; procedimientos que no se siguen; personas no formadas, que no son totalmente competentes o un número inadecuado de personal.
Si se da cuenta de algo, debe tomar la acción apropiada para prevenir que surja una situación peligrosa. El jefe de la central, el jefe de activos, los inspectores y los operadores tienen responsabilidades entre las que se incluyen garantizar que:
- se han identificado los elementos críticos de seguridad (SCE);
- todos los equipos están identificados de forma única, han sido inspeccionados y comprobados;
- hay un programa implantado para garantizar la integridad de los repuestos;
- hay un programa implantado para monitorizar las actividades de inspección a fin de garantizar que todo el equipo se inspecciona, se prueba y se calibra en su fecha adecuada y de conformidad con su estándar relevante;
- todos los inspectores están formados y certificados;
- se emplea a terceros para verificar el cumplimiento con los estándares donde sea apropiado.
Autor: Mark Kenyon, Chartered Safety and Health Practitioner, Regional HSE Consultancy Services Manager.