Inspección técnica de edificios: más de 30 años garantizando la seguridad y el cumplimiento de las leyes y normativas de edificación

La vida útil de un edificio supera los 50 años de uso. Este período suele conllevar un deterioro de su estado debido a factores como las condiciones ambientales y las modificaciones que se producen a lo largo del tiempo.

Los propietarios de edificios, incluyendo de terrenos y otras construcciones, tienen la responsabilidad de mantener sus propiedades en condiciones mínimas de seguridad, salubridad y accesibilidad. Esto incluye la realización de obras y proyectos necesarios para preservar el edificio y asegurar que cumpla con todos los requisitos de habitabilidad y uso efectivo.

Los esfuerzos de conservación deben centrarse en mantener los edificios y construcciones en las condiciones mínimas de:

• Seguridad: Asegurando que el edificio no supone ningún riesgo para las personas ni para los bienes, debiendo ejecutarse las obras necesarias para asegurar, reforzar o sustituir elementos estructurales como cimentaciones, soportes, vigas, forjados y muros de carga, que inciden directamente en la resistencia mecánica y la estabilidad del edificio. Además, se deberán reparar fachadas (tanto interiores como exteriores), medianeras, chimeneas, falsos techos, cornisas, aleros y elementos ornamentales cuyo estado ponga en peligro la seguridad.
• Salubridad: Evitar cualquier riesgo para la higiene o la salud pública, para lo que es necesario reparar las filtraciones de agua por fachada, cubierta o suelo, y asegurar el correcto mantenimiento y funcionamiento de las instalaciones de fontanería y saneamiento para su uso previsto.
• Accesibilidad: Asegurar la conservación y el correcto funcionamiento de elementos como accesos, escaleras, pasarelas, barandillas, pasamanos, señalización y medios de comunicación sensorial (p. ej., Braille, relieves, bucles magnéticos, etc.). Esto también se aplica a los ascensores existentes y otros sistemas de comunicación verticales u horizontales dentro del edificio.
• Ornamentación pública y decoro: mantener la fachada del edificio de manera que no desmerezca la estética urbana. Esto implica asegurar que la fachada esté en buenas condiciones mediante limpieza, pintura y reparaciones necesarias o reemplazo de sus materiales.

Todos los defectos detectados deben ser subsanados mediante los proyectos y obras de reparación correspondientes.

La planificación del servicio suele incluir las siguientes fases:

• Realización de la visita de Inspección Técnica del Edificio.
• Evaluación e informe de las deficiencias e incumplimientos normativos detectados.
• Propuesta de acciones correctoras para restablecer el edificio a su estado operativo adecuado.
• Realización de proyectos de rehabilitación basados ​​en el informe de deficiencias, abarcando todas las zonas afectadas (estructuras, instalaciones, fachadas, etc.).
• Seguimiento y control de las obras de rehabilitación.

Applus+ cuenta con técnicos especializados en cada área de inspección, así como con el personal necesario para la realización de proyectos y la dirección de obra, con amplia experiencia en infraestructuras y servicios para la edificación tanto a administraciones públicas como a clientes privados.

Estas inspecciones de edificios son de carácter obligatorio y están exigidas por la normativa municipal. En términos de sostenibilidad, ayudan a alargar la vida útil de los edificios mejorando su longevidad operativa. También contribuyen a reducir el impacto ambiental, mejorando la funcionalidad y el confort de las instalaciones y, en consecuencia, mejorando la calidad de vida. Además, estas inspecciones suponen un ahorro económico a través del mantenimiento preventivo, mejoran la seguridad y el confort de los usuarios y garantizan el cumplimiento de los requisitos legales.